Es un caso que conmocionó a la sociedad toda. Una historia que atravieza los saltos generacionales, las diferencias de raza, credo y religión. En la mañana de ayer, Héctor Sanchez, de 32 años, devolvió un libro prestado después de leerlo.

“Cuando escuché que sonaba el timbre y estaba él en la puerta con el libro en la mano, me quedé mudo”, asegura Manuel Guevara, dueño original de la pieza literaria. “Mi primer reflejo fue suponer que Héctor venía a pedirme una prórroga… o que quería que le explicara un capítulo… o inclusive pensé que lo estaba leyendo en ese mismo momento, pero nunca hubiera imaginado que me venía a visitar específicamente para devolverme el libro que le había prestado hace tres semanas.

Después de que peritos forenses examinaran el libro en cuestión, se nos informó que sobre las páginas no había nuevas manchas, ni marquitas con lapiz, ni siquiera puntas de las hojas dobladas. Todas indicaciones que hacen más retorcida la historia.

Para poder llegar al fondo del asunto, Sanchez fue escoltado por fuerzas policiales al pabellón psiquiátrico, donde se le harán una serie de pruebas psicológicas, para determinar las causas de sus acciones. Seguiremos informando.